Argumentar en el campo profesional y en la vida pública implica tener conversaciones fluidas sobre diversos temas que no necesariamente manejamos a profundidad, pero que son cruciales para alcanzar objetivos en nuestra trayectoria de vida.
Desde responder de forma eficiente a un contrargumento hasta predecir la línea argumentativa de la contraparte, mucho de la dinámica de un debate puede ser predicha con buenas técnicas y una preparación sobre elementos fundamentales.
Convertirse en un gran orador y debatiente no tiene que ver tanto con talentos innatos sino con habilidades bien cultivadas y que premian la simplicidad, la agilidad mental y el pensamiento sistémico.
Leer los movimientos de debates, realizar argumentos que aborden apropiadamente los fundamentos filosóficos de un tema, prepararse para una discusión y saber qué sopesar y priorizar serán los temas esenciales que se abordarán en este curso.